ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

viernes, 30 de julio de 2010

DESPERADO

Apretó su cuello con fuerza. Mantuvo. Soltó en el último momento. Segundos después estaba llamando por teléfono.
"He intentado matar a mi mujer, vengan a por mí. Les estaré esperando".
Al rato se iba esposado, ante la atónita mirada de su esposa, pensando que este era el único modo en que ella lo dejaría irse, y aún así no estaba seguro.

ABSURDA DEDICATORIA (y2)

Siempre sale en las fotos con la boca cerrada. Y es que en el momento en que todos dicen PATATA ella dice PAPA. Cuando suena el click de la cámara ya ha terminado de decir la palabra.

ABSURDA DEDICATORIA (y1)

El hombre extranjero entró en el bar y pidió al camarero que no creía en las faltas de ortografía una ración de papas arrugadas. Al rato, el camarero le sirvió en un enorme plato a su anciano progenitor acompañado de mojo picón. "Lo fácil que sería llamarlo patatas, como en otros lugares" protestó ligeramente contrariado e hincó el diente.

jueves, 29 de julio de 2010

FINALES

Mi sangre se mezcló con la tuya dibujando un corazón deforme en el suelo.

- Ni siquiera debería estar aquí- dijiste entonces.

- Da igual, pronto dejarás de estar.

Minutos después tú abandonaste este mundo, a mi me quedaría aun un rato más de extraño sufrimiento.

miércoles, 28 de julio de 2010

DROGAS DE DISEÑO

Se han creado medicamentos que preparan al organismo para hacer el amor durante 36 horas. Pastillitas azules que te ayudan a mantenerte firme y dispuesto a adentrarte en los lugares más inhóspitos, da igual si esos lugares son húmedos o secos, de difícil acceso o de fácil llegada. El caso es que te hacen estar al pie del cañón, listos para el abordaje, para el embarque en misiones de lo más arriesgadas.
Y a la par existen pastillitas de colores diversos, específicas para soldados, que nos preparan para otras guerras. Nuestras guerras. Para la guerra. Así, horas antes de una avanzadilla, o de una incursión en terreno enemigo nos vemos inflados de diversas drogas de un modo más o menos descarado. Drogas que convierten necesidades básicas del organismo no solo en imprescindibles sino en enemigos prioritarios.
Así, cualquier guerra es imposible simplificarla en buenos y malos, ellos y nosotros. Libramos enfrentamientos contra la opinión pública, la sociedad, civiles y militares, contra nuestro pueblo, contra nuestro Dios, contra nuestros compañeros, contra nuestros superiores, contra nosotros mismos, contra nuestra propia naturaleza. Y todos esos medicamentos nos a ayudan a vencer a enemigos peligrosos como el hambre, el sueño, la falta de atención y la distracción, el miedo, las pesadillas, el cansancio, la rebeldía, la insubordinación. Nos convertimos entonces en máquinas locas de matar embriagadas de una euforia desmedida.
Al principio nos negamos a ello, pero esa es otra de tantas batallas perdidas. Demasiados intereses. Empresas farmacéuticas y países enteros llegan a experimentar con nosotros obviando nuestros derechos y todo efecto secundario. Y es que es un alto precio por aliarnos con el ejercito de Satán. Mientras unos hacen dinero otros juegan a matar. Es solo un flashback, uno de tantos, contra los que juegan a ser Dios...
Y ahora, ¿toda esta palabrería banal es capaz de explicar lo que ocurrió el pasado día? ¿Todas esas pastillas, líquidos, jarabes, inyecciones y condimentos secretos que mezclan con la comida son capaces de decirme por qué abrí fuego contra unos cuantos hombres desarmados? ¿Por qué no pude detenerme ni tan siquiera cuando el general me dio una orden directa que si que oí, lo reconozco, pero que nunca llegué a escuchar? Me duele el futuro, la mano y el alma de tanto pensar.

martes, 27 de julio de 2010

EL ÁNGEL

El asesino miró a los ojos de su víctima. Debajo del fino pasamontañas que cubría su rostro se dibujó una sonrisa. Una melodía de algún artista francés tocando el piano sonaba en el viejo reproductor de cds. En frente de él unos ojos tenían miedo. Intuían que pronto quedarían sin vida. Su dueña, una joven hermosa, amordazada y atada a una silla, apenas ya tenía fuerzas. Llevaba largas horas forcejeando con sus ligaduras.

El asesino sonrió de nuevo. Se quitó el pasamontañas. Su cara se mostró ahora sin máscaras. La sonrisa seguía en sus labios. Ella apenas se inmutó a pesar de la sorpresa del rostro, no le conocía.

“Tiemblas, ¿por qué?” Con suavidad quitó el esparadrapo de su cara y sacó la bola de tela de su boca. Ella respiró, profundamente, preparándose para responder.

“Me vas a matar.” Respondió, o tal vez preguntó, con una firmeza y una tranquilidad de la que ella misma se sorprendió.

“No es cierto. Tan solo te voy a liberar. Vivimos en un mundo horrible. Gobiernan reyes dictadores sin escrúpulos, gobernantes mentirosos, hombres avariciosos, dioses perversos... ¿crees que alguno de esos dioses te salvará de después de tu muerte natural? Sé una mártir en mis manos y serás redimida de tu pecado, deja que yo cargue con tu culpa, te ayudaré a salvar tu alma por toda la vida eterna.”

“¿Acaso eres Dios?” La víctima preguntó, temerosa.

“No, tan solo soy un ángel, tu ángel.” No dijo una palabra más. A partir de aquí todo se precipitó. Cogió una cuchilla de la mesa. Se colocó tras la víctima. La vela tembló. Todas las sombras temblaron. Las sombras de los objetos inertes temblaron. También las sombras de los dos seres vivos, aún dos, que se encontraban en la sala.

domingo, 25 de julio de 2010

ACLARACIÓN

Las coincidencias son algo extraño. La probabilidad también. Algo que no debería ocurrir ocurre y vuelve a empezar todo desde el principio. Y todo esto es porque una mañana de domingo, una semana después después de inaugurar mi blog, descubro el contador de historias, del que he tenido la gran suerte de ser alumno, José Campanari, ha titulado su blog igual que el mío... qué quieres que te cuente.... Yo llegué después, y no soy un genio como lo es él (no preguntéis, nunca lo reconocerá) así que modifico el título de mi blog, y de paso os redirijo a su blog...

http://campanari.blogspot.com/

sábado, 24 de julio de 2010

JUEGOS DE NIÑOS... Y DE ADULTOS

Te empujo al suelo, te insulto, te tiro del pelo... somos niños, y en realidad es que te quiero.

Te tiro del pelo, te insulto, te empujo al suelo... somos adultos, y en realidad es que no te quiero.

PERSISTENCIA

El mar estrella sus olas contra la roca con fuerza, y esta se ríe. Es tan poderosa y fuerte que apenas nota nada al sentir el agua a sus pies. Su arrogancia no le permite ver que, poco a poco, se va desgastando. Es ahora el mar quien sonríe.

viernes, 23 de julio de 2010

CARIDAD, AMOR, MUERTE

CARIDAD, AMOR, MUERTE (y 1)
Te quité la vida por un mero acto de caridad. No podía seguir estando a tu lado. Y, aunque yo te sigo queriendo, te sigo amando, iba a dejarte. Y por ese amor que aún queda fue por lo que lo hice. Por lo que te maté. Y es que ambos lo sabíamos. Jamás encontrarías a un sustituto para mí. Y es muy triste morir solo.

CARIDAD, AMOR, MUERTE (y 2)
Te quité la vida por un mero acto de caridad. No podía seguir estando a tu lado. Y, aunque yo te sigo queriendo, te sigo amando, ibas a dejarme. Y por ese amor que aún siento por ti fue por lo que lo hice. Por lo que te maté. Y es que ambos lo sabíamos, jamás encontrarías a otra persona. Y es muy triste morir solo.

miércoles, 21 de julio de 2010

AMORES DE CIUDAD

Nos miramos fijamente a los ojos en un segundo que dura más que un segundo habitual. Al siguiente instante nos rozamos, casi sin querer, casi sin desearlo. Es en ese instante cuando huelo tu aroma afrutado. Y el deseo dentro de mi crece, casi a la par que el tuyo, que aunque no lo se lo intuyo. Después acabamos de cruzarnos y tú te vas calle abajo. Ni siquiera te has girado, yo tampoco. Ya te he olvidado y tú me olvidaste también. Y es que el juego comienza de nuevo con el siguiente desconocido con el que me cruzo en mi paseo.

martes, 20 de julio de 2010

LA CHICA DE LA CUARTA FILA

Un foco me ilumina por la espalda cuando el telón se abre de modo que mi rostro está sumido en tinieblas para el público. Los primeros acordes comienzan a sonar. Y de pronto todo se detiene. Todos, el público, los bailarines, tú, yo, todos contenemos la respiración. Y aunque la música sigue sonando, los instantes se suceden lentamente, casi estáticos. Y un movimiento nace desde lo más profundo de mi ser, pero yo lo mantengo, empieza a crecer dentro mío, pero yo lo mantengo, lucha por salir, pero yo lo mantengo, es casi un rugido, pero yo lo mantengo. Lo mantengo hasta que ya no puedo más, hasta que ese movimiento es lo suficientemente maduro como para permitirle que use mi cuerpo como lenguaje. Y en ese momento mi brazo se lanza al espacio rompiendo el vacío. Y tras el brazo, todo mi cuerpo. El resto de bailarines, que también habían aguantado su parte, ahora también me siguen con gracia y soltura. Por un momento nos sentimos, me siento utilizado por ese caprichoso movimiento. Pero me da igual. Me veo obligado a sentirme mecido entre segundos, entre notas, entre acordes. El resto de bailarines cae. Solo yo y otra mujer, otra bailarina quedamos en pie. Un abismo de cuerpos tendidos entre nosotros pero nos vamos acercando. Cuando estamos cerca uno del otro volvemos a domar el movimiento y lo retenemos, lo mantenemos. En ese momento la iluminación cambia y un foco alumbra nuestros rostros. Tú me reconoces al fin y yo sonrío. Todo el público piensa que mi sonrisa es dedicada a ellos pero tú y yo sabemos que no es así, es a ti. Permito entonces, y sólo entonces, que el movimiento salga de nuevo y la bailarina y yo interpretamos un duo caliente y sensual, abandonados completamente a eso que está dentro nuestro. La pieza toca a su fin y es en esos momentos cuando tú sientes el arrepentimiento. Tú, que estás sentada en esa cuarta fila, te arrepientes. Pero sentimiento y movimiento son similares y se trasforman con suma facilidad. Y el arrepentimiento torna en celos cuando mi último movimiento me empuja hacia la otra bailarina y esa coreografía finaliza con un beso.


lunes, 19 de julio de 2010

PENÚLTIMA CITA

Se daba por supuesto que no había quedado contigo, sin embargo fui al lugar donde solíamos citarnos. No apareciste, claro, a pesar de que estuve esperando durante horas. Al día siguiente, algo más sereno, deposité una flor y una lágrima sobre tu tumba. Quizás mañana regrese regrese a ese lugar a esperar de nuevo por ti...

domingo, 18 de julio de 2010

CONTADORES DE HISTORIAS

Presiono a mi mente para que cree nuevos cuentos e historias. Está claro que necesito respuestas.

SENTENCIAS

Nos miramos a los ojos y rápidamente somos conscientes de que somos incompatibles. Y es una pena. Ella es preciosa, y yo, creo, no estoy nada mal. Pero no hay química. No hay magia. No saltan chispitas si se cruzan nuestras miradas o si nos rozamos la mano sin querer. Todo es genial, sí. Es divertida, alegre, y yo me muestro interesante. Se ríe mucho con mis chistes. Pero nuestros corazones laten tristes por la ausencia de otras personas.

El otro día me sorprendí a mí mismo imaginándomela desnuda. Y esa visión me dio asco. Me dio vergüenza y rápidamente borré esa imagen de mi mente. Ella debe hacer algo parecido porque a veces me mira fijamente y después se ruboriza. Y después baja la mirada. Y después se pone nerviosa. Y a mí me parece, cuanto menos, chistoso y sonrío. Y ella se da cuenta y se levanta y me dice que debe hacer algo y se va. Una vez dijo “he quedado”, inconsciente, como una frase ya preparada para deshacerse de alguien, esta vez de mí. No pude reprimir la risa y ella se enfadó. Tardé dos días en volverla a ver.


Eso de las frases preparadas lo hace mucho. Tiene un repertorio enorme de sentencias memorizadas de uso colectivo que suelta a veces sin pensar. Ayer, mismamente, me confirmó mi teoría acerca de que su corazón tampoco late con más fuerza al estar cerca de mí, al espetarme sin venir ni siquiera a cuento “yo te quiero mucho. Te quiero, pero como amigo. Es más, no me acostaría contigo ni aunque fueras la última persona en el mundo y el futuro de la humanidad dependiera de nosotros”. Y yo me reí. Esta vez con más fuerza. Me resulta curioso que diga eso teniendo en cuenta que un cataclismo ha destruido casi completamente la tierra y sólo un puñado de seres vivos ha sobrevivido, por lo que he podido constatar en sus periodos de ausencia, un par de cada especie. Y nosotros somos los representantes de la raza humana. Y esto me hace muchísima gracia y me río, casi con violencia. Y ella se ofende, y se va, meditando, seguro, que debe medir más sus palabras. Esta vez tardará más de dos días en volver, estoy seguro.