Dos niñas corren calle arriba, una delante de otra. La adelantada pone su pie sobre un banco y grita victoriosa "Me pido este reino". La otra niña llega tan solo unos pocos segundos después con un gesto en su rostro entre cansado y decepcionado. Aun así sonríe. Y en su sonrisa aun no hay malicia. Justo en ese instante su madre, la madre de la niña derrotada, llama a voz en grito "Princesa, venid tu amiga y tú que la merienda está lista".
No hay comentarios:
Publicar un comentario