ATENCIÓN
viernes, 30 de julio de 2010
DESPERADO
ABSURDA DEDICATORIA (y2)
ABSURDA DEDICATORIA (y1)
jueves, 29 de julio de 2010
FINALES
Mi sangre se mezcló con la tuya dibujando un corazón deforme en el suelo.
- Ni siquiera debería estar aquí- dijiste entonces.
- Da igual, pronto dejarás de estar.
Minutos después tú abandonaste este mundo, a mi me quedaría aun un rato más de extraño sufrimiento.
miércoles, 28 de julio de 2010
DROGAS DE DISEÑO
martes, 27 de julio de 2010
EL ÁNGEL
El asesino miró a los ojos de su víctima. Debajo del fino pasamontañas que cubría su rostro se dibujó una sonrisa. Una melodía de algún artista francés tocando el piano sonaba en el viejo reproductor de cds. En frente de él unos ojos tenían miedo. Intuían que pronto quedarían sin vida. Su dueña, una joven hermosa, amordazada y atada a una silla, apenas ya tenía fuerzas. Llevaba largas horas forcejeando con sus ligaduras.
El asesino sonrió de nuevo. Se quitó el pasamontañas. Su cara se mostró ahora sin máscaras. La sonrisa seguía en sus labios. Ella apenas se inmutó a pesar de la sorpresa del rostro, no le conocía.
“Tiemblas, ¿por qué?” Con suavidad quitó el esparadrapo de su cara y sacó la bola de tela de su boca. Ella respiró, profundamente, preparándose para responder.
“Me vas a matar.” Respondió, o tal vez preguntó, con una firmeza y una tranquilidad de la que ella misma se sorprendió.
“No es cierto. Tan solo te voy a liberar. Vivimos en un mundo horrible. Gobiernan reyes dictadores sin escrúpulos, gobernantes mentirosos, hombres avariciosos, dioses perversos... ¿crees que alguno de esos dioses te salvará de después de tu muerte natural? Sé una mártir en mis manos y serás redimida de tu pecado, deja que yo cargue con tu culpa, te ayudaré a salvar tu alma por toda la vida eterna.”
“¿Acaso eres Dios?” La víctima preguntó, temerosa.
“No, tan solo soy un ángel, tu ángel.” No dijo una palabra más. A partir de aquí todo se precipitó. Cogió una cuchilla de la mesa. Se colocó tras la víctima. La vela tembló. Todas las sombras temblaron. Las sombras de los objetos inertes temblaron. También las sombras de los dos seres vivos, aún dos, que se encontraban en la sala.
domingo, 25 de julio de 2010
ACLARACIÓN
sábado, 24 de julio de 2010
JUEGOS DE NIÑOS... Y DE ADULTOS
PERSISTENCIA
viernes, 23 de julio de 2010
CARIDAD, AMOR, MUERTE
miércoles, 21 de julio de 2010
AMORES DE CIUDAD
martes, 20 de julio de 2010
LA CHICA DE LA CUARTA FILA
Un foco me ilumina por la espalda cuando el telón se abre de modo que mi rostro está sumido en tinieblas para el público. Los primeros acordes comienzan a sonar. Y de pronto todo se detiene. Todos, el público, los bailarines, tú, yo, todos contenemos la respiración. Y aunque la música sigue sonando, los instantes se suceden lentamente, casi estáticos. Y un movimiento nace desde lo más profundo de mi ser, pero yo lo mantengo, empieza a crecer dentro mío, pero yo lo mantengo, lucha por salir, pero yo lo mantengo, es casi un rugido, pero yo lo mantengo. Lo mantengo hasta que ya no puedo más, hasta que ese movimiento es lo suficientemente maduro como para permitirle que use mi cuerpo como lenguaje. Y en ese momento mi brazo se lanza al espacio rompiendo el vacío. Y tras el brazo, todo mi cuerpo. El resto de bailarines, que también habían aguantado su parte, ahora también me siguen con gracia y soltura. Por un momento nos sentimos, me siento utilizado por ese caprichoso movimiento. Pero me da igual. Me veo obligado a sentirme mecido entre segundos, entre notas, entre acordes. El resto de bailarines cae. Solo yo y otra mujer, otra bailarina quedamos en pie. Un abismo de cuerpos tendidos entre nosotros pero nos vamos acercando. Cuando estamos cerca uno del otro volvemos a domar el movimiento y lo retenemos, lo mantenemos. En ese momento la iluminación cambia y un foco alumbra nuestros rostros. Tú me reconoces al fin y yo sonrío. Todo el público piensa que mi sonrisa es dedicada a ellos pero tú y yo sabemos que no es así, es a ti. Permito entonces, y sólo entonces, que el movimiento salga de nuevo y la bailarina y yo interpretamos un duo caliente y sensual, abandonados completamente a eso que está dentro nuestro. La pieza toca a su fin y es en esos momentos cuando tú sientes el arrepentimiento. Tú, que estás sentada en esa cuarta fila, te arrepientes. Pero sentimiento y movimiento son similares y se trasforman con suma facilidad. Y el arrepentimiento torna en celos cuando mi último movimiento me empuja hacia la otra bailarina y esa coreografía finaliza con un beso.
lunes, 19 de julio de 2010
PENÚLTIMA CITA
domingo, 18 de julio de 2010
CONTADORES DE HISTORIAS
SENTENCIAS
Nos miramos a los ojos y rápidamente somos conscientes de que somos incompatibles. Y es una pena. Ella es preciosa, y yo, creo, no estoy nada mal. Pero no hay química. No hay magia. No saltan chispitas si se cruzan nuestras miradas o si nos rozamos la mano sin querer. Todo es genial, sí. Es divertida, alegre, y yo me muestro interesante. Se ríe mucho con mis chistes. Pero nuestros corazones laten tristes por la ausencia de otras personas.
El otro día me sorprendí a mí mismo imaginándomela desnuda. Y esa visión me dio asco. Me dio vergüenza y rápidamente borré esa imagen de mi mente. Ella debe hacer algo parecido porque a veces me mira fijamente y después se ruboriza. Y después baja la mirada. Y después se pone nerviosa. Y a mí me parece, cuanto menos, chistoso y sonrío. Y ella se da cuenta y se levanta y me dice que debe hacer algo y se va. Una vez dijo “he quedado”, inconsciente, como una frase ya preparada para deshacerse de alguien, esta vez de mí. No pude reprimir la risa y ella se enfadó. Tardé dos días en volverla a ver.
Eso de las frases preparadas lo hace mucho. Tiene un repertorio enorme de sentencias memorizadas de uso colectivo que suelta a veces sin pensar. Ayer, mismamente, me confirmó mi teoría acerca de que su corazón tampoco late con más fuerza al estar cerca de mí, al espetarme sin venir ni siquiera a cuento “yo te quiero mucho. Te quiero, pero como amigo. Es más, no me acostaría contigo ni aunque fueras la última persona en el mundo y el futuro de la humanidad dependiera de nosotros”. Y yo me reí. Esta vez con más fuerza. Me resulta curioso que diga eso teniendo en cuenta que un cataclismo ha destruido casi completamente la tierra y sólo un puñado de seres vivos ha sobrevivido, por lo que he podido constatar en sus periodos de ausencia, un par de cada especie. Y nosotros somos los representantes de la raza humana. Y esto me hace muchísima gracia y me río, casi con violencia. Y ella se ofende, y se va, meditando, seguro, que debe medir más sus palabras. Esta vez tardará más de dos días en volver, estoy seguro.