ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

domingo, 7 de agosto de 2011

EL HOMBRE SIN SUEÑOS

Escrito en la habana, en el café-parís, aunque la temática no tiene nada 
que ver con esos lugares...


El hombre sin sueños camina por las calles como un fantasma. Lleva toda una vida sin dormir. Para qué hacerlo si no sueña. De este modo ocupa sus noches en locales nocturnos, escuchando música barata, tomando licores malos que embriaguen su tiempo hasta los amaneceres. 

Hoy es una de esas noches. Una mujer sola entra en uno de esos locales nocturnos y en el que están mal vistas las mujeres solitarias. Su atención se posa en el hombre de la barra, el hombre sin sueños. El por qué de su atracción se desvela, de momento, como un misterio. Trata de entablar una conversación con él. Éste se resiste al principio. Hace tiempo que perdió la esperanza de mantener una relación normal con cualquier ser humano. Pero cuanto más se resiste más atrayente resulta para la mujer y más constante es. Ella dice " Vayamos a mi casa, pasa conmigo la noche". "Para qué. Soy el hombre sin sueños, para qué dormir. Además, por qué este interés en mi". "Es que he soñado contigo. No te preocupes. Si te parece esta noche no dormiremos". 

Efectivamente, la noche pasa. Ninguno de los duerme. Por respeto a los amantes no entraremos en detalles sobre en qué ocuparon su tiempo. Sólo decir que ya en la mañana el hombre sin sueños quedó profundamente dormido, y cuando despierte ya no podrá referirse a sí mismo como el hombre sin sueños.

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