ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

sábado, 11 de septiembre de 2010

LA PUTA Y EL PUTERO

Después de una hora ante el espejo la mujer lleva tanto maquillaje en su rostro que ni ella misma se reconocería de no haber sido porque este proceso se ha repetido ya en un sinfín de ocasiones. Después se viste. Un vestido negro, ajustado, que guarda en el fondo del armario, allí donde no puede ser encontrado. También se pone una peluca pelirroja. Para terminar se calza unos zapatos de tacón imposible a juego con el vestido. Después de este largo proceso la mujer sale a hacer la calle, su calle.

Un par de horas antes el hombre se había vestido. No ha tardado tanto. Apenas unos minutos. Besó a su esposa en la mejilla y salió a la callé en busca de la mujer a la que no ama pero desea. Como cobarde que es necesita templarse antes del encuentro y comienza una ronda de bares que le llevará a la prostituta que tanto le satisface. Cuando ya está lo suficientemente borracho como para perder el miedo corre en su busca. Allí está, vestido negro, tacones imposibles a juego, cabellera pelirroja. "Hola putero" saluda la mujer con una mezcla de odio y ternura. Él, nervioso como la primera vez, paga en ese momento. Piensa erróneamente que así, el resto de la velada, olvidará que es efectivamente un putero.

Ya están en el hotel. Él se entrega al placer. Ella, sin embargo, se entrega a ese cuerpo, a ese hombre que tanto conoce. Ella juega también. Juega a una farsa sabiendo que es la única que sabe que está jugando. A pesar de todos los encuentros que ya han realizado, de todas las transacciones efectuadas no ha reconocido en ella a su esposa. Como siempre el juego acabará. Él se quedará en el hotel dándose un ducha para quitarse el olor a "guarra" y ella regresará a casa con el tiempo suficiente para desmaquillarse y quitarse el vestido y guardarlo en el fondo del armario, allí donde su marido no pueda encontrarlo. Y le esperará, fingiendo que desconoce el fin de sus paseos. Una farsa. Eso es su relación con el "putero". Pero mientras él desconozca la identidad de su puta al menos será una farsa divertida donde el amor existe, claro que existe, pero es extraño.

2 comentarios:

  1. "Sinfín", Hec, amor. ¿Para cuándo un relato largo- largo? ¿De dónde sacas el tiempo para escribir? Yo lo intento, pero, de momento, nada...

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  2. relatos largos... el caso es que el cuerpo no me pide ahora escribirlos... tengo alguno por ahí que ya rescataré... pero de momento me abono al microcuento, jijijijijijij...

    Y la otra pregunta... de donde saco tiempo... mi problema en realidad es la inspiración más que el tiempo en sí.... un microrelato me lleva escribirlo entre 5 minutos y un par de días... dependiendo de las vueltas que necesite darle... pero muchas veces la idea se enquista, no me acaba de elegir, de convencer... y es que mis musas están ahora mismo muy muy lejos...

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