ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

lunes, 18 de octubre de 2010

FANTASMAS

Al mirarme en el espejo lo recordé todo y comprendí lo que había ocurrido.


La persona que devolvía gestos y mirada en ese espejo tenía la cabeza ensangrentada. Me toqué la frente, y la persona al otro lado del espejo hizo lo mismo, y sentí el cálido roce del liquido rojo, espeso, entre mis dedos.


Las imágenes comenzaron a bailaron entre mis pensamientos. Un semáforo en rojo. Una imprudencia. Un freno pisado demasiado tarde. El sonido de un golpe seco. El mundo dando vueltas. Yo, tendido en el suelo. Mucha gente a mi alrededor. Gritos. Confusión. Sirenas. Luces.


Y mi siguiente recuerdo es éste. Yo mismo mirándome en este espejo, con mi rostro cubierto de sangre, mirándome, comprendiendo que no salí vivo de aquella situación y que en realidad soy un fantasma condenado a vagar por el mundo con la cabeza destrozada por un golpe contra el suelo. O tal vez condenado a permanecer encerrado ante este espejo que de momento me tiene atrapado, quizá para siempre.

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