ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

jueves, 3 de febrero de 2011

A LA ORILLA DEL MAR

"¿Por qué escribes nuestros nombres en la arena?"
"No lo se, tal vez sea un modo de demostrar que nuestro amor es para siempre."

Una ola llega y borra parcialmente los nombres escritos. Aun se leen. Yo descubro que me engañas. Te grito. Lloro. Tú te justificas. Me pides que te perdone. Te veo arrepentido. Decido perdonarte.

Una segunda ola pasa sobre los nombres y de ellos solo queda un rastro borroso. Apenas se leen ya. Ahora soy yo el que te engaña. En realidad mi amante no me gusta, pero al menos me divierte. Y es que contigo ya ni me río. Decides romper conmigo como si la idea fuera sólo tuya. Yo te miro, dolido, con pena, con odio, y acepto la decisión.

Al pasar la tercera ola sobre el escrito nuestras nombres quedan completamente borrados. Al retirarse la ola queda un nuevo lienzo, liso, listo para ser emborronado. Hoy me he cruzado contigo y te he saludado. Tú, por fin, me has devuelto el saludo y hemos hablado de algo muy banal. Al despedirme de ti me he dado cuenta de que ya no te odio. Lo que siento por ti es pura indiferencia.

"Y por qué escribes entonces en la arena tan cerca del mar. Una ola borrara nuestros nombres."
"Pero es que tú y yo estamos por encima de todo eso, nuestro amor no puede ser reflejado en una metáfora tan burda y simple. Mil olas pueden pasar sobre nosotros que no nos borraremos..."
Le interrumpo con un beso como intuyendo que nuestro amor si se refleja en esa metáfora, aunque todavía no lo se.

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