ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

viernes, 20 de agosto de 2010

EL ACTOR MALO

La obra termina. Todos aplauden. Yo sonrío. Mi interpretación ha sido sublime y me siento culpable de la mayor parte de la ovación dirigida hacia los actores que ahora saludamos. Aún es pronto para pensar en que nunca podré superar la interpretación que he hecho hoy en escena. También por eso sonrío. Sí pienso, sin embargo, en que el villano, yo, que se ha movido hoy por el escenario será guardado en la consciente inconsciencia del público que ha asistido hoy al teatro. También pienso en los pobres infelices que no han asistido a la catarsis que hoy acaba de ocurrir.
Después de largo rato de aplausos casi ininterrumpidos el público comienza a abandonar el patio de butacas. Te busco con la mirada. Deseo compartir este gran momento contigo. Te encuentro. Corro hacia ti. Trato de abrazarte al llegar a tu altura pero tú me rechazas y me abofeteas con violencia pero sin fuerza, humillándome sin hacerme daño. "No sabía que podías ser tan cabrón. Eres una mala persona. Te odio." Te das las vuelta. Te vas. Aun tardo unos segundos en recomponerme y asimilar lo que acaba de ocurrir. Decido tomarme tu absurda reacción como un cumplido y te dejo ir. Disfrutaré este momento con otras personas. Ya arreglaré esto mañana explicándote que en realidad yo no soy así, no soy el villano, solo interpretaba... o quizás no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario