ATENCIÓN

ATENCIÓN: la percepción requiere participación

martes, 31 de agosto de 2010

SOÑAR

Él la observó desde el otro lado del abismo. Era una hermosa muñeca de porcelana, completamente inalcanzable. Trató de llamar su atención. Pero ella, ni tan siquiera, miraba en esa dirección. Tal vez fuera mejor así. Jamás superaría un rechazo. Doloroso, sí, el sentimiento derivado de saber que jamás podría pasar ni tan siquiera un segundo a su lado, la incertidumbre del olor de su cuerpo, el sabor de sus labios, el sonido de su voz, el tacto de sus pechos, la visión de su desnudez bañada por la luz de la luna después de haber hecho el amor con ella. Doloroso, sí, pero jamás superaría un rechazo.

Desde su lado del abismo imaginó historias interminables a la luz de la luna, paseos tranquilos bañados por el sol. Viajes imposibles a montañas nevadas, noches tranquilas, tumbados en una pradera, contando estrellas. Baños en un mar perdido, beber juntos del nacimiento de un río. Visitar ruinas de un lugar perdido, conocer gente en una ciudad extravagante. Tomar a sorbos vodka en Europa del Este, o ron en América Central. Caminar entre estructuras gigantes de hierro en un estado poderoso, descubrir edificios milenarios en un país con historia. Formar parte, en fin, de un cuento feliz.

Todo eso él soñaba desde la vitrina de cristal en un estante de un coleccionista de juguetes antiguos.

2 comentarios:

  1. Todo eso él soñaba a las rejas de una minuscula ventana colgada en una sala blanquecina donde sus compañeros, vestidos igual que él, miraban vaciamente a los enfermeros preparando su turno de tarde.

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