Dependíamos el uno del otro. Aprendí a sonreír con tus miradas, a cerrar los ojos con tus besos, a existir con tu presencia, a añorarte con tu ausencia. Ahora que no estás, que te has ido para siempre, no sonrío, no cierro mis ojos, no existo, no añoro. La separación llegó con tu muerte y mi muerte con la separación. Dependíamos el uno del otro. Y si no nos tenemos simplemente morimos. A veces la muerte sólo trabaja una vez y se lleva dos vidas.
Justo esta mañana escribí algo sobre la independenización emocional jejee.
ResponderEliminarPuros sentimientos sutilmente verbalizados y.. sentidos. En casos como aquellos prefiero pensar que la muerte no se lleva dos vidas, se se lleva una de doble grosor...
En toda separacion hay muerte y los dos salen perdiendo. Uno se ve en los ojos de otro,se rie en la sonrisa del otro...y cuando uno de los dos ya no esta, por mas q luego de un tiempo pueda volver a sentir un monton de cosas, parte de uno ha muerto...
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